domingo, 20 de diciembre de 2015

Las siete en punto

Hace ya mucho tiempo leí un libro de cuentos de Jorge Bucay. De él recuerdo especialmente un cuento titulado "El reloj parado a las 7", que explicaba como el autor tenía un viejo reloj roto colgado en la pared de su cuarto. El reloj parecía inútil la mayor parte del tiempo, pero había un instante mágico en el que daba la hora exacta y entraba en harmonía con el resto de relojes del mundo, como si fuera perfecto y sin tara alguna. Durante ese instante fugaz el reloj era uno con el universo y se sentía radiante y vivo como ningún otro...

Ese cuento lo podemos extrapolar perfectamente a nosotros mismos. La mayor parte del tiempo solemos creer que vivimos, anclados a nuestras obligaciones, responsabilidades y rutinas, nos dejamos llevar y el tiempo pasa, sin más, como si simplemente lo dejáramos pasar, sin ser muy conscientes realmente de lo que hacemos o dejamos de hacer realmente.

En ocasiones es normal que uno dude de si lo está haciendo bien o mal, de si tomó la decisión correcta o de si está haciendo aquello que debe hacer, y posiblemente no encontremos respuesta, llegando incluso a sentirnos confusos, perdidos, agobiados, estresados o deprimidos... hasta que llega nuestro momento, como ese reloj anclado a las 7 en punto.


Cuando, por sorpresa nos llegan esos momentos, sentimos que el universo entero está en harmonía, y uno se siente orgulloso consigo mismo y con el entorno que le rodea. Es en esos momentos en que ese relámpago de claridad mental, esa inspiración divina que nos pone los pelos de punta y nos susurra "todo está bien", en los que podemos obtener la única respuesta que buscábamos: Si, tomamos todas las decisiones correctas... justo para llegar a este momento.

Esos momentos también pueden buscarse, pues suelen acontecer cuando uno deja de EMITIR pensamientos (algo que solemos hacer constantemente), preocuparnos por cosas, escuchar noticias, juzgar, planificar, pensar... y simplemente dejamos la mente "en blanco", tranquila y disfrutamos de alguna actividad inspiradora. A mí me suele ocurrir cuando viajo en coche (normalmente viajes largos) y donde en un momento dado dejo la mente tranquila y disfruto de la música, por ejemplo. También puede ayudar pasear tranquilamente por el campo, hacer ejercicios de meditación o todo aquello en lo que nuestra mente pueda descansar y nosotros sentirnos en harmonía (cada uno tendrá sus momentos), pues cuando dejamos de emitir pensamientos, es cuando nuestra mente puede realmente RECIBIR la "inspiración" que brota del subconsciente y nos puede susurrar ideas nuevas o revelar esas emociones que creíamos olvidadas.

No pretendo tener una vida perfecta, ni estar constantemente iluminado por ese tipo de inspiraciones, simplemente voy haciendo lo mejor que sé y puedo, la mayoría de veces con las únicas ayudas de la personalidad, la moralidad, la idiosincrasia y la voluntad de vivir, experimentar y aprender que uno lleva encima pero me basta que, de vez en cuando, uno de esos instantes me inunde de energía balsámica y me reconforte para el resto de días en los que vuelva a luchar en una oscuridad probablemente absoluta. Y he aprendido a apreciar y valorar esos momentos para tener esa guía que uno siempre necesita, y saber que, si consigo dar la hora en punto, aunque solo sea una vez cada cierto tiempo, todo el camino recorrido habrá valido la pena, y toda la impresión de ser imperfecto, ser raro o de estar roto quedará olvidada, al menos en ese mágico instante.

Pienso que es importante saber valorar en la vida todos los momentos que acontecen: los buenos, los malos... y los realmente especiales. Si viviéramos constantemente en un camino de rosas, no  acostumbraríamos tanto a ellas que no sabríamos apreciar el magnifico aroma que estas desprenden, necesitamos también caminar sobre otros terrenos distintos, para que, cuando encontremos las rosas disfrutemos plenamente de ellas como se merecen.

Y eso me recuerda el motivo de por qué todo es dual en esta vida... pero esa es otra historia, que debe ser contada en otra ocasión.

Os deseo a tod@s unas maravillosas 7 en punto.

1 comentario:

  1. Llegar a no pensar, a no hacer, a no juzgar... solo ser, sentir, vivir, respirar y tener consciencia... esta es la experiencia que todos necesitamos. Gracias por tu post que tanto me hace sentir!!!

    ResponderEliminar